sábado, 2 de junio de 2018

EL COMERCIO DEL LIBRO: La crisis del libro llega también a las ciudades de La Vega, Bonao y Villa Altagracia

Mientras lectores y estudiantes de La Vega prefieren ir a Santiago en busca de textos y material de lectura; en Bonao, municipio cabecera de la provincia Monseñor Nouel, quedan algunas. Son pocas y en su mayoría la venta de libros ha pasado a un segundo, y hasta a un tercer plano.
“El estudiante” es el mayor establecimiento de este tipo que queda en pie. Ocupa casi una cuadra y en sus vidrieras exteriores se anuncian obras de autores como Honorato de Balzac y  Ernest Hemingway,  entre otros. Ya dentro del local, el grueso de la mercancía que se oferta es distinto: “Es que si no hacemos eso no vamos a sobrevivir”, con estas palabras el dueño, Juan de Peña, explica la causa por la cual solo quedan las reminiscencias de una época donde en el municipio de Bonao el culto a la lectura señoreaba.
La historia
Librería “El estudiante” nace en el 1986, bajo la égida del profesor Juan de Peña y su madre. El fundador narra que todo comenzó con una escuela de inglés, y al ver que sus alumnos necesitaban libros y materiales de estudios, decidió abrir un sitio donde pudieran adquirirlos.
Sus inicios no fueron muy rentables, pero con el paso del tiempo la actividad comercial fue mucho más fluida: “En la actualidad, lo que menos se vende en su local es literatura”, dijo en tono de añoranza.
“En la librería ‘El estudiante’ todavía quedan aficionados de la lectura que tienen un lugar seguro donde adquirir buena literatura, nosotros siempre estamos en contacto con los suplidores para que, de no existir determinada obra solicitada, de inmediato llegue a nosotros”, concluye.
Villa Altagracia
En la Villa que lleva el nombre de la patrona del pueblo dominicano, existe un amplio flujo comercial. “Aquí se vende de todo, menos libros”, dijo Antonio Montero, un ciudadano respetable al preguntarle por el hábito por la lectura allá.  “La librería más conocida se llama Manino y está frente al parque, justo al lado del destacamento”, concluyó.
Ese centro es un largo y estrecho pasillo en el que se puede encontrar desde un alfiler hasta un diccionario. Abrió sus puertas en el año 1972, siendo la más antigua de la provincia y quizás la única. Sus estantes y anaqueles, entonces, estaban repletos de diversas publicaciones. Pero hoy, al entrar, hay que pasar varios minutos rastreando hasta encontrar textos.
fuente:listindiario.com

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