viernes, 1 de junio de 2018

El terror trujillista se extendió por el Caribe y América Latina

SANTO DOMINGO. Se ha documentado que el dictador Rafael Leónidas Trujillo, ajusticiado el 30 de mayo de 1961, era dado a las manipulaciones y a extender sus tentáculos para dominar a sus adversarios, con los métodos posibles, por lo que tejió una amplia red para avasallar en el Caribe y América Latina.
En el libro “Un leviatán tropical: las redes clientelares de Trujillo en América Latina y el Caribe”, recientemente publicado por el Archivo General de la Nación, el historiador y narrador Elíades Acosta Matos, analiza y aporta mucha información documental sobre estos aspectos de la dictadura de 31 años.
El autor enfatiza que las redes clientelares de Trujillo no solo se ocupaban del espionaje, el control, la amenaza y el asesinato de sus principales adversarios, más allá de las fronteras nacionales, sino también de orquestar permanentes campañas de prensa, de la descalificación sistemática de sus críticos, de la contratación de firmas de abogados y relaciones públicas encargadas de defender y promover sus intereses y negocios y de la cooptación y el soborno más descarnado a figuras prominentes de la vida pública internacional, que podían ser de utilidad a sus propósitos.
Acosta Matos precisa que los innumerables espías, lobistas, sicarios, periodistas de alquiler, mediadores y legisladores que durante décadas formaron parte de las redes internacionales lo hacían al servicio de Trujillo, no del gobierno ni del Partido Dominicano y mucho menos del pueblo.
“Al momento de ser ajusticiado, en la noche del 30 de mayo de 1961, los complotados cargaron con dos trofeos: su cuerpo cruzado por seis balazos, el revólver de cachas blancas recibido de manos de uno de sus instructores yanquis, al graduarse de teniente, y un maletín del que jamás se separaba, repleto de pesos dominicanos y dólares, con lo que (Trujillo) compraba voluntades y hacía crecer sus redes clientelares dentro y fuera del país”, agrega.
El dictador fue tan eficaz en la expansión de su poder en el Caribe y América Latina, en la neutralización de sus adversarios y en el lobbysmo que el 12 de diciembre de 1949, que en un memorándum confidencial del Ministerio de Estado de Cuba, señala Acosta Matos, se acuñaba el concepto “imperialismo dominicano”.
fuente:diariolibre.com.do

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