![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiMkcrkDpqJWpe-Vb0pCpvYLd6Zz9CpuUBFRaRPQizRMohoUIZPWgkMqQPto4MVTMJ99v8Jc9PjvZIQSds4gL434re38TKVGKxWRpCdA3jdBisLuEjuKz0aYxKHaomhDz8B2qyqwwYfHIN/s320/envian-al-15-de-azua-acusado-de-matar-empleada-de-joyeria.jpeg)
Ningún familiar lo acompañó al juzgado, tampoco acudió su abogado defensor, Henry Acosta Quin, quien en horas de la mañana había manifestado que este cometió el crimen poseído por un espíritu extraño.
En su defecto, le fue asignado un abogado de oficio, en la persona de Harold Aybar Hernández.
Lorenzo Ortiz caminó por los pasillos de la Fiscalía del Distrito Nacional en silencio hacia el juzgado, cabizbajo para evitar contacto visual con los reporteros, y en esa misma actitud se sentó en el banquillo de los acusados.
A lo largo de la audiencia, que duró poco más de una hora, el imputado no pronunció palabras, no se defendió y se mantuvo con una actitud indiferente, ensimismada, aislada y fría.
Sin embargo, esto no lo libró de la ira de los familiares de Peña Pérez, pues una de sus primas le propinó una bofetada cuando la seguridad lo sacó de nuevo a los pasillos para conducirlo a una celda, luego de que el juez Vargas dictaminara que pasará un año tras las rejas en la cárcel del kilómetro 15 de Azua, como medida de coerción.
La audiencia para conocer su caso estaba pautada para las 5:00 de la tarde de ayer, pero se conoció cerca de las 3:00, porque el juez Vargas tenía solo dos casos en la agenda, según se supo.
Lorenzo Ortiz confesó el crimen a la Policia Nacional y dijo que lo hizo porque ella lo conocía y así evitaría que lo denunciara tras el asalto.
fuente;listindioario.com
0 comentarios:
Publicar un comentario