lunes, 24 de septiembre de 2018

“El infarto era en hombres por encima de 40 años y en mujeres sobre 55 años, pero ahora no”

SANTO DOMINGO. Ser joven no exime de morir de un infarto. Así lo confirma la muerte por esta causa de personas no mayores de 35 años. Cardiólogos lo atribuyen a factores hereditarios, el tabaquismo, combinaciones explosivas de consumo de estimulantes y sustancias como las contenidas en la hookah, al estrés y al sedentarismo por la inactividad física producto del uso de aparatos tecnológicos.
“Aquel que tiene en su familia un antecedente de muerte súbita antes de los 50 años tiene una especie de espada de Damocles porque son situaciones que se van a repetir en las generaciones siguientes”, afirmó el doctor Pedro Vidal Corniel, jefe del Área Pre y Post Quirúrgica del Instituto Dominicano de Cardiología, al referirse a factores de riesgos no controlables.
Pero hay factores controlables que, sin embargo, su hábito es un canal para una enfermedad cardiovascular. Citó, a modo de ejemplo, “el problema de la hookah”. “Jóvenes de 21, de 22 años, han muerto súbitamente en el contexto de la utilización de esto que se ha convertido en una costumbre”.
El agobiante estrés
“Cuando yo estaba en el bachillerato, en la escuela primaria, no me acuerdo escuchar un compañerito mío decir: estoy deprimido, y ahora uno ve a los niños de cinco o siete años (diciendo): estoy deprimido”, se lamentó el doctor Vidal.
Atribuye lo anterior, en parte, a la competencia. “Antes nosotros nos conformábamos con el juguetico o con los tenis (...) pero ahora los muchachos, si no tienen esa marquita, no se sienten bien”.
Tabaquismo y tecnología
El cardiólogo Vidal también observó que el tabaquismo tiene más incidencia en las universidades privadas del país que en la pública. Informó que en una academia privada se tuvo que desarrollar una campaña para fomentar espacios libres de humo.
“Parece que fumar es algo muy placentero pero también que implica cierto prestigio y eso es un gran problema”, apuntó.
La dieta es otro factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. “El problema de la comida chatarra incide en el aumento, no solamente del colesterol total, sino del colesterol malo”, destacó. El médico observó que esto ya es un problema que viene desde la niñez.
El director médico del Instituto Dominicano de Cardiología cuestionó la falta en el país de programas de prevención cardiovascular a nivel público y privado. De fomentarse, afirma que el paciente y las aseguradoras se ahorrarían mucho dinero.
fuente:diariolibre.com.do

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