
Se trata de 90 ejemplares que fueron liberados en la Reserva Valle del Mamoní. Todas tienen pequeñas etiquetas numeradas insertadas bajo su piel para que los investigadores las puedan distinguir, y solo 16 llevan transmisores de radio en miniatura.
La mitad de esas 16 ranas arlequín limosa pasaron un mes en la Reserva en jaulas, aclimatándose a su entorno y alimentándose de invertebrados de la hojarasca. Las otras 8 no vivieron ese ensayo de liberación.
El Smithsonian precisó este jueves que los radiotransmisores permitirán a los investigadores observar las diferencias en la supervivencia y la persistencia entre los dos grupos.
El estudio, liderado por el Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá, tiene como objetivo determinar los factores que influyen no sólo en si las ranas sobreviven a la transición del cuidado humano al entorno salvaje, sino también, si persisten y continúan reproduciéndose, añadió el Instituto, con sede en Panamá.
También busca averiguar si un “ensayo de liberación” aumenta la capacidad de sobrevivencia de las ranas.
fuente:listindiario.com
0 comentarios:
Publicar un comentario