lunes, 5 de junio de 2017

POBREZA: Miles de niños trabajan como sirvientes en Haití y la cifra podría subir

Watson Saint Fleur tiene 12 años, pero nunca ha ido a la escuela. Ha crecido haciendo tareas domésticas y vendiendo bolsas de plástico con agua potable en las calles de la ciudad, en medio del ruido de motocicletas y camiones.
Es uno de los “restaveks” de Haití, un término para describir a los hijos de parejas pobres, que los entregan a otros con la esperanza de que tengan oportunidades de escapar a una vida sin opciones o al menos consigan más comida. Es una práctica muy arraigada en Haití, donde a menudo las familias tienen muchos hijos a pesar de la pobreza extrema.
Para muchos, esa vida mejor nunca llega. Se ven explotados como sirvientes en hogares ligeramente más prósperos que los suyos, trabajan largas jornadas a cambio de comida y un sitio para dormir en el suelo de una choza. Algunos sufren palizas habituales, se ven privados de una educación y son víctimas de abusos sexuales. Y su número ha ido creciendo de forma drástica, ante la expansión de las barriadas marginales urbanas y el agravamiento de la pobreza en zonas rurales.
Varios estudios señalan que la población de menores empleados domésticos subió de unos 172.000 en 2002 a unos 286.000 en 2014, cuatro años después de que un terremoto allanara buena parte de Puerto Príncipe y las zonas circundantes, matando hasta a 300.000 personas y dejando a 1,5 millones de personas sin hogar.
fuente:listindiario.com

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