domingo, 15 de octubre de 2017

Una mujer con una enfermedad terminal deseaba algo, su deseo fue concedido

Desde su cama en Arlington (Virginia), Emily Pomeranz señaló cuáles eran sus dos últimas voluntades: un sombrero de los Indios de Cleveland y un batido de moca de un restaurante de Ohio.
Pomeranz, de 50 años, se estaba muriendo de un cáncer de páncreas y un viejo amigo, Sam Klein, quería hacer realidad sus deseos.
El primero era sencillo. El segundo requería un poco más de ingenio.
Klein escribió en un post en su cuenta de Facebook diciendo que se había puesto en contacto con el restaurante Tommy de Cleveland para preguntarles sobre la opción de envío de batidos a larga distancia.
"Sí, encontraremos la manera de hacer esto", comentó el amigo citando al propietario del restaurante, Tommy Fello.
Al cabo de unos días, según él, el batido de moca había recorrido 600 kilómetros y cruzado varios estados hasta llegar a la cama de Pomeranz.
"Fue una gran sorpresa. Estaba emocionada, lo compartía con su familia y estuvo hablando de ello durante muchos días", comentó el hombre en su post.
"Ella compartió la historia con sus amigos de Cleveland y de DC, lo que provocó la sonrisa de sus seres queridos. Quería un último batido de su restaurante favorito. ¡Y el deseo fue concedido!", recordó él.
fuente:infobae
.com

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