lunes, 6 de agosto de 2018

UNA METRÓPOLIS ENFERMA: El estrés que produce vivir en Santo Domingo

La vida en la ciudad causa estrés. Y si en la ciudad imperan problemas como el caos y la deficiencia en los servicios básicos, del modo en que sucede en el Gran Santo Domingo, el riesgo aumenta.
“Vivir en una ciudad como Santo Domingo nos predispone a envolvernos en emociones negativas debido a la cantidad de estresores que se disparan cada minuto”, afirma el psicólogo y autor Pedro Acosta.
Desorden en el tránsito, falta de estacionamientos, aceras deterioradas u ocupadas por negocios y vehículos de motor, contaminación acústica y visual, hacinamiento, acumulación de basura, calles inseguras y mal iluminadas, espacios verdes limitados, falta de accesibilidad para personas con discapacidades físicas… la lista de dificultades que enfrentan los habitantes del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo es extensa.
Y aunque sobre los sectores con menos recursos recae gran presión, quienes viven en torres con todas las comodidades de la vida moderna no se libran del agobio, ya que en algún momento deben salir a enfrentarse al tránsito de la ciudad.
El estrés impacta la salud física
El estrés y las emociones negativas que se derivan de residir o pasar la mayor parte del día en una metrópolis “enferma” inciden en la salud física.
“Las emociones negativas, mantenidas durante largo tiempo, terminan haciendo colapsar el sistema energético que se manifiesta en el cuerpo físico a través de las llamadas enfermedades psicosomáticas, o sea, aquellas producidas en el cuerpo por la mente”, explica Acosta.
Además, el estrés inhibe la glándula timo, donde se generan las principales defensas del sistema inmunológico. Y un cuerpo sin defensas es vulnerable a cualquier agente agresor que aparezca, ya sea un virus, una bacteria, un hongo o cualquier otro.
fuente:listindiario.com

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