lunes, 7 de agosto de 2017

Expresidente Leonel Fernández llama al PLD administrar triunfos

Desde la desaparición de la dictadura trujillista, una de las dificultades que ha afectado a los partidos políticos dominicanos es el mantenimiento de su unidad interna.
A los dos meses de haberse decapitado la tiranía, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), formado en el exilio, envió una delegación para iniciar los trabajos de organización de esa entidad política,  integrada por tres de sus más destacados dirigentes: Angel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo.
Sin embargo, poco tiempo después, Nicolás Silfa se desprendía del perredeísmo, creando su propia organización política, el Partido Revolucionario Dominicano Auténtico; y lo mismo hacía Ramón Castillo, quien por sus acrobacias políticas fue rápidamente identificado como Món el Loco.
Luego de la Revolución de Abril de 1965 y la elección del doctor Joaquín Balaguer en 1966, surgen nuevos desprendimientos y divisiones en los partidos y organizaciones políticas del país.
 Los partidos deberán comprender que con las transformaciones a nivel global, los cambios demográficos internos, el empleo de las modernas tecnologías digitales de comunicación y las nuevas técnicas de movilización social, hay nuevas formas de acción políticas a las que tendrán que adaptarse o perecer.
Para la generalidad de los partidos del sistema político, su principal desafío estará en descubrir no sólo sus potencialidades, sino al mismo tiempo sus propias debilidades, aquellas que durante años les  han hecho caer en un ciclo de adversidades, fracasos y  frustraciones, a fin de verdaderamente poder superarlas.  
Para el Partido de la Liberación Dominicana, el que ha sido, en plena democracia,  la fuerza política  dominante en las últimas dos décadas, su reto es al revés del de  los demás.  Consiste en saber administrar sus triunfos.
Para lograrlo, se requiere, con carácter de urgencia, que cada uno de sus miembros comprenda algo muy simple; y es que en la lucha política siempre se anteponen las necesidades del pueblo a las aspiraciones individuales.
De comprenderse esa realidad tan sencilla, que parece hasta una puerilidad,  estamos seguros que la estrella del PLD continuará  iluminando, por muchos años más,  el horizonte político nacional.
fuente:listindiario.com

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